Si hay una historia que me ha devuelto de inmediato a mi infancia, en definitiva es este pequeño libro.
Santiago es un alumno de cuarto año de primaria, que no cuenta algunas de todas las aventuras que ha vivido, como por ejemplo cuando se fue de pinta con sus compañeros, cuando se declaró a la niña que le gustaba, las clases de la maestra Sofía, entre muchas otras cosas.
Es una lectura rápida, que se nota que se escribió a como lo haría un niño puesto que de momento te cuenta una cosa y te hace al mismo tiempo una regresión a un evento que asocia a eso de lo que habla.
Vive cosas que en su tiempo para todos fueron comunes, como lo es, los niños abusivos, las despedidas de los de sexto, el ser correteados los niños por las niñas, el descubrir de dónde vienen en realidad los bebés, tener hermanos menores con ciertas habilidades especiales para desesperar a los grandes, etc.
La verdad disfrute mucho este libro, me reí como tenía tiempo que no lo hacía al leer, porque las situaciones que vive Santiago son tan divertidas y reales para muchos que no pude evitar sonreír como cuando era niña. Eso sí, ahora entiendo algunos puntos de vista de los que eran mis compañeros de primaria.
Sólo hubo un problema con el libro, más específico con un capítulo que a mi gusto no es el mejor, de haber sabido me lo hubiera saltado, pero es algo muy personal el porqué no me gustó.
Si se dan la oportunidad de leerlo, les digo que se lo acabaran en un parpadeo. Espero que lo disfruten.
