Esta es una historia nada convencional pero muy tierna, conmovedora, cruda y real. Es uno de los pocos libros que he visto que toman dos culturas como lo son la escocesa y la de Jordania en Nueva York.
La historia es sobre un matrimonio en el que el esposo decide que una ciudad con tales ideales liberales y un tanto racistas como lo es Nueva York no puede ser un lugar seguro para sus hijos.
El señor decide pues que Jordania es el mejor lugar para que sus hijos y que no necesitarán más a su mamá, entonces se los lleva, sin decir adiós.
El libro entonces nos llevará por la angustiosa búsqueda de recuperar a sus hijos, de recuperar su felicidad y si es posible a su familia entera.
No sólo te hablan de lo difícil de esta situación para una mujer sino que también te contarán la historia de las amigas de la protagonista, quienes tienen también familia extranjera y viven cosas muy duras pero normales en esta sociedad.
No se van a arrepentir, el libro a mi me encantó, la forma de escribir de la autora es preciosa, la descripción y la construcción de cada uno de los personajes.